Acuerdo en la chapuza de las pensiones
Zapatero ya tiene la foto que quería para las autonómicas y municipales, la foto que le permitirá decir que no hay conflicto ninguno con los sindicatos y que están cerradas las heridas de la huelga general del 29 de septiembre. En cuanto a los sindicatos, no tenían más remedio que tratar de vaciar de contenidos la reforma – lo han hecho hasta donde han podido – y firmar, o bien convocar una segunda huelga general (visto el éxito de la primera), o reconocer que son un cero a la izquierda. De los males, han tomado el menor. Ya se verá si han acertado.
En cuanto a la reforma misma, he escuchado en TVE a Cayo Lara, coordinador general de Izquierda Unida. Aunque muchas de las cosas que dice me parecen demasiado simples, habla – según aclara – para las gentes más sencillas. Y aun así dice verdades como templos. Le he oído una crítica demoledora, que a mí no se me había ocurrido, y que pone al descubierto la falta de seriedad y rigor intelectual de los patrocinadores y corifeos de la reforma. El sistema de pensiones está sufragando las pensiones no contributivas, y eso, que es pura política social, debería de pagarse a partir de los presupuestos generales del Estado. La primera reforma del sistema de pensiones para garantizar su sostenibilidad debería ser exactamente ésa, y una vez comprobado que incluso sacando fuera las pensiones no contributivas el sistema se previera inviable, entonces se podría empezar a hablar de otras medidas, y sólo entonces.
Pero separar el sistema contributivo del sistema de reparto habría exigido agallas para aumentar los impuestos directos, que es en estricta doctrina fiscal lo que debe pagar las pensiones no contributivas (en realidad, un impuesto directo de signo negativo), agallas que el gobierno no tiene. Es más fácil pavonearse de la reducción del déficit público y de los logros sociales, mientras se descarga un capítulo crucial de éstos sobre los hombros de los cotizantes a la seguridad social y no sobre los del conjunto de los contribuyentes. ¿Y ésta es la racionalización del sistema que garantizará su supervivencia durante cuarenta años? Esto es una chapuza que habrá de enmendar el primer ministro de Economía que tenga dos dedos de frente y un suspiro de coraje.
Aficionados. Son sólo unos aficionados.
Etiquetas: gobierno, pensiones, sindicatos
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