Fondo Europeo de Estabilización Financiera
¿Se acuerdan de cómo fue el rescate Irlanda? Refrescaré la memoria de los amables lectores. En el otoño de 2008, el gobierno irlandés extendió una garantía ilimitada sobre las deudas bancarias de todo tipo, durante dos años. A principios de 2009, varios de los más importantes bancos de ese país fueron a la bancarrota, y el gobierno se hizo cargo de las pérdidas. En el otoño de 2010, venció la garantía dada dos años antes y el gobierno creyó que podía renovarla, sin haber puesto todavía el dinero para enjugar las pérdidas. El mercado no le creyó. El mercado supuso, después de dos ejercicios fiscales dedicados a reducir el gasto público y una economía que no salía de la recesión, que no era capaz de recaudar impuestos como para hacerse cargo de todo lo que decía estar dispuesto a hacerse cargo. El mercado acertó, e Irlanda tuvo que ser rescatada.
Ahora, Europa entera se encuentra ante una similar tesitura, sólo que en una escala mucho mayor. La primavera pasada, se creó el Fondo de Estabilización Financiera, dotado con 750.000 millones de euros para pagar rescates; pero una parte del capital está suscrito y no desembolsado. Es decir, no hay 750.000 millones de euros en él, sino una suma sensiblemente menor más la promesa de los socios de la Unión Europea de poner el resto si es necesario. Todo el mundo supone que lo pondrán, si es necesario. Como todo el mundo supuso que el gobierno irlandés pondría el dinero que hiciera falta… hasta que dejó de suponerlo. Una parte del capital suscrito pero no desembolsado es el de Irlanda, Portugal, España, Italia, Bélgica: países que están a la cola de necesitar el rescate, y lo lógico es pensar que si necesitan el rescate no es para poner dinero para rescatar a otros. Una auténtica pescadilla que se muerde la cola.
Hoy, los miembros del Eurogrupo – los gobiernos de la zona euro – que crearon el Fondo de Estabilización Financiera, están reunidos para ampliar el Fondo, de manera que haya garantías confiables de que el dinero que se supone está ahí, esté verdaderamente ahí. Los presidentes de la Comisión Europea y del Banco Central Europeo insisten que eso es lo que hay que hacer. España apoyará la propuesta; alardeará de que puede con todo, como de costumbre. Pero Alemania y Francia se oponen. Ya se ven pagando los platos rotos de todos.
Etiquetas: crisis, deuda, mercados, Unión Europea
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