El fantasma del estancamiento planea sobre Europa
Era previsible. Yo mismo lo pronostiqué hace meses, en la entrada del 24 de mayo de 2010 (aquí). El PIB del Reino Unido en el cuarto trimestre de 2010 ha caído medio punto porcentual. El gobierno conservador de Cameron habla de lo frío que ha sido el invierno, pero los analistas británicos coinciden: los ajustes presupuestarios han dejado a la economía muerta (stone dead).
El problema de España puede ser parecido. Con un agravante, y es la reacción que cabe esperar de los mercados. Los mercados no van a castigar a la deuda soberana británica, porque el Banco de Inglaterra – que no tiene las manías del Banco Central Europeo – comprará deuda en el mercado secundario antes de que el efecto de subida de tipos de interés se traslade al mercado de emisión. Nosotros no tenemos esa válvula de escape. Si el PIB español cae un solo trimestre, como lo acaba de hacer el británico, nos ocurrirá lo que a Irlanda, que, metida en una reforma bancaria, registró un descenso del PIB en el tercer trimestre de 2010, y los mercados se le echaron encima.
Etiquetas: Britania, crisis, políticas económicas
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