lunes, 22 de febrero de 2010

Teoría de José Luis Rodríguez Zapatero

Se hablado y se habla de las improvisaciones y bandazos del presidente de gobierno en materia de política económica. Creo que no hay tales. Lo que veo es un buen ejemplo de lo que en teoría de juegos se denomina “estrategia mixta”, es decir, una estrategia que se compone de otras dos, cada una de las cuales se sigue con arreglo a una determinada función de probabilidad. Es como si cada vez que se está en la duda se lanzara una moneda al aire, y saliendo cara se siguiera la estrategia A, y saliendo cruz la B. A cualquier observador externo le parecería que el jugador da “bandazos” o que improvisa. Pero no: lo que pasa es que sigue una estrategia mixta.

Las dos estrategias que el gobierno mezcla son las siguientes. Una es nítidamente de izquierdas, de expansión del gasto social hasta donde sea necesario para proteger en esta crisis a los más débiles; su portavoz es el propio Zapatero. La otra es una estrategia tecnocrática de consecución del equilibrio financiero, de reducción del déficit público hasta volver a cumplir con los requisitos del Pacto de Estabilidad y Crecimiento; su portavoz cualificado es José Manuel Campa, secretario de Estado de Economía y número 2 de Elena Salgado. Parece haber un pacto implícito de que los dos pueden decir lo que piensan, aunque lo que uno representa se dé de bofetadas con lo que piensa el otro. Mientras Zapatero ha persistido en no abaratar el despido, Campa fue firmante del manifiesto de los Cien ilustres economistas, y siempre ha dicho que se siente “cómodo” entre sus propuestas. Cuando Zapatero apoyó a Blanco en el asunto de la presunta conspiración de los especuladores contra el euro, Campa no tardó en aclarar en París que él no cree que haya semejante conjura. Y así en todo.

¿Qué utilidad tiene mezclar estrategias? En el caso del gobierno español, una muy clara: ganar tiempo mientras opta definitivamente por una de las dos. Es como apostar al rojo y al negro, a la vez, jugando a la ruleta; pero no una ficha a cada uno – pues eso sería absurdo – sino una al negro mientras se apuesta al rojo siguiendo la famosa progresión denominada martingala invertida. Por ejemplo, Campa dijo en Londres que el PIB español continuará cayendo en 2010 (un 0,3%) y que el empleo no crecerá hasta 2011. Incluso esto resulta difícil de creer, pero Zapatero, en el debate parlamentario sobre medidas económicas, fue más lejos y afirmó que España saldrá de la recesión en el primer semestre de 2010 y que creará empleo en el segundo. Más increíble todavía. La cuestión interesante es: ¿por qué dice esto Zapatero?

Como he dicho, parece haber un pacto dentro del gobierno y de la cúpula socialista. Zapatero confía en su suerte, que no le ha abandonado todavía; así pues, dobla sus apuestas. Si en junio el PIB, en tasa interanual, continúa cayendo, gana Campa y Zapatero, plegándose a la ortodoxia financiera, acepta una reducción del gasto público más intensa que lo previsto (según prometió el secretario de Estado en Londres). Si en junio el PIB está creciendo, gana Zapatero y obtiene seis meses más de gasto social sin restricciones. Si a fin de año empieza a crearse empleo, gana otra vez Zapatero y obtiene un margen adicional de tiempo para su política social. Pero si Zapatero se equivoca en sus previsiones para junio y diciembre, Campa gana la partida, Zapatero se va al dique seco y Elena Salgado (que está teniendo buen cuidado de no mezclarse en las tomas de posición de su segundo) coge las riendas del gobierno para gestionar un pacto con CiU para lo que queda de legislatura.

Está claro que el purgatorio económico ya ha condenado a Zapatero. Para ser candidato en 2012 no le bastará con tener suerte. Haría falta un verdadero milagro económico.

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@purgatecon

1 comentarios:

A las 22 de febrero de 2010, 23:17 , Blogger RehTaF ha dicho...

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