lunes, 13 de junio de 2011

El extraño caso de la CAM

Hace pocas semanas, la Caja de Ahorros del Mediteráneo era el patito feo del sistema bancario español. Rechazada por Banco Base – la fusión de Cajastur y las Cajas de Cantabria y Extremadura – la CAM estaba prácticamente desahuciada por el Banco de España, que no encontraba inversor dispuesto a enterrar su dinero en ella. Las alternativas eran proporcionarle 2.800 millones de euros, a cargo del FROB, para que el consejo de administración siguiera haciendo de las suyas, o correr el riesgo de un efecto dominó sobre el conjunto de las entidades de depósitos al tratar de liquidarla. Y ahora, de repente, no sólo Barclays Capital – banco de inversión del Grupo Barclays – manifiesta insistente interés en adquirirla sino que también estaría interesado en ella un misterioso fondo de capital-riesgo del que se sabe poco más que sería estadounidense.

La apuesta de Barclays está suficientemente documentada. El 24 de mayo, dos días después de las pasadas elecciones, Bob Diamond, el máximo ejecutivo del Grupo Barclays, se entrevistó con Zapatero en La Moncloa. El 29 de mayo, el Sunday Times publicó la noticia, añadiendo que Diamond había mostrado interés en alguna de las Cajas en peor situación, aunque sin mencionar ninguna en concreto. Después de verse con Zapatero, se habría reunido con Salgado y con Campa, a quienes solicitó garantías contra eventuales pérdidas de su futura inversión, análogas a las otorgadas a BBK al hacerse con CajaSur, a lo que no se mostró receptivo el gobierno. El 30 de mayo, Cinco Días se hizo eco de la información del dominical británico y publicó además una foto del encuentro con Zapatero. El 1 de junio, El Confidencial Digital mencionó por primera vez a la CAM como objeto de la apuesta de Barclays; el medio no explicaba con claridad si una fuente fidedigna respaldaba la teoría, o si ésta era una deducción hecha a partir del fichaje de Pedro Solbes como miembro del consejo de su filial española. El 7 de junio, el mucho más difundido El Confidencial daba por seguro que la CAM era la favorita de Barclays y ese mismo día Barclays declaró públicamente en Nueva York su interés por invertir en España. Aunque seguía sin mencionar explícitamente a la CAM, numerosos medios españoles y británicos, incluso el Wall Street Journal al otro lado del Atlántico, dieron por hecho que la apuesta era por la CAM. Desde entonces, han proliferado los análisis. Evolution Securities, que pasa por ser el mayor experto en Barclays, ha llegado a aconsejar la venta de acciones de éste grupo internacional, tras analizar los problemas que absorber a la CAM supondrá para sus resultados en el presente ejercicio y quizá los siguientes. Su hipótesis es Barclays tendrá que invertir entre 4.000 y 5.000 millones de euros para recapitalizar conjuntamente a Barclays España y a la CAM. Y eso ocurre en un momento en que Barclays no anda sobrado de liquidez, no sólo por las pérdidas que está registrando en España sino también porque un tribunal de Nueva York ha condenado a Barclays Capital a pagar 1.000 millones de dólares a los antiguos propietarios de Lehman Brothers. Barclays ha anunciado que recurrirá la sentencia.

En medio de este panorama, y a tres semanas de finalizar el plazo para que las Cajas obtengan financiación privada con que empezar a operar como bancos, ABC se descolgó el 10 de junio con la noticia – de la que de inmediato se hizo eco Bloomberg – de que los actuales consejeros de la CAM tienen muy avanzadas las negociaciones con un fondo de capital-riesgo estadounidense (que Reuters especula con que podría ser Carlyle o JC Flowers). La operación en estudio, tal y como la describe ABC, consistiría en que el hipotético inversor invertiría alrededor de 1.000 millones de euros para adquirir unos 2.200 millones en cuotas participativas (es decir, con un 55% de descuento). Como en la actualidad hay únicamente 122 millones en cuotas participativas, habría que emitir más de 2.000 millones adicionales. Los responsables de la situación salvarían al menos una parte del producto de las stock options con que se han venido recompensando a sí mismos desde que la CAM empezó a emitir cuotas participativas.

El problema de la operación es que los 1.000 millones de euros del capital-riesgo a la expectativa no son los 2.800 millones solicitados por la CAM al FROB. Por eso los actuales consejeros porfían por obtener un préstamo – ya no una inversión en capital – del FROB con que hacer frente a las exigencias de capitalización. El Banco de España parece no estar por la labor. Y por buenas razones. Después de todo, el esquema propuesto no sería más que una trampa para guardar las apariencias de recapitalización, sin satisfacer realmente ésta. Pero para los actuales consejeros, la maniobra de diversión es clave. De sobra saben que, en una operación acordada por las alturas, ellos se verían laminados entre el BdE y Barclays, y el valor de sus cuotas participativas se desplomaría a cero. Las sorprendentes revelaciones hechas el viernes a ABC querrían así a contrarrestar la ofensiva mediática de Barclays.

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