lunes, 1 de marzo de 2010

Fundamentalismos de mercado

Una de las causas más importantes de la crisis actual, y sobre todo de su excesivamente larga duración, estriba en lo que denomino fundamentalismos de mercado. Fundamentalismo de mercado es toda creencia de que, como los mercados no son manipulables en tanto que las burocracias sí lo son, el mercado es un mecanismo infalible de asignación de recursos. Y si no quieren usar la palabra ‘infalible’, digan ustedes ‘el mejor’ o ‘el menos malo’ de los mecanismos de asignación conocidos. ¿Verdad que nos entendemos? Los fundamentalismos de mercado vienen a identificarse con lo que otros llaman ‘neoliberalismo’ o ‘neoliberalismos’.

De que los mercados – sobre todo los mercados globales – no son manipulables no cabe deducir que no sean influenciables. Lo son, y en gran medida. Los medios de comunicación, y los organismos internacionales, amén de los gobiernos, ejercen continua y muchas veces contradictoria influencia sobre ellos. De manera que si los gobiernos, los organismos internacionales y los medios ostentan ideas espurias sobre la crisis o la forma de tratarla, los mercados no serán inmunes a ellas.

Un magnífico ejemplo es el pánico que hizo presa de los mercados hace unas semanas. El año pasado la generalidad de los gobiernos del mundo desarrollado se dejó llevar por el triunfalismo; ese triunfalismo fue aireado por los medios, y los mercados se contagiaron de él. Estábamos saliendo de la crisis, eso nadie lo dudaba, y el problema era que algún país como España daba muestras de estar rezagándose. Desde fin de año, sin embargo, el horizonte de la reactivación empezó a estar menos claro. El paro no deja de crecer y la confianza de los consumidores se desploma en Estados Unidos mientras las exportaciones no terminan de despegar en Alemania. La reacción de los mercados en estos casos es automática: si no se puede ganar dinero con apuestas alcistas, habrá que intentarlo jugando a la baja. ¿Contra quién se apuesta a la baja? Los mercados tienen una memoria corta pero lastrada con una pesada inercia: el blanco predilecto del pánico fue el país, España, que parecía ir retrasado en una recuperación que ha demostrado ser ilusoria. ¿Parece absurdo? Lo es, pero así es como los mercados razonan. No es conspiración, ni manipulación; es, simplemente, un fallo del mercado. Una concatenación de estos fallos nos metió de hoz y coz en la actual crisis.

Una conclusión de este breve relato es que los mercados, que juzgan continuamente la credibilidad de empresas y hasta países, no son merecedores, a su vez, de excesiva credibilidad. Sufren de euforias y pánicos, y orientarse en exceso por sus animal spirits equivale a emborracharse con sus euforias y enloquecer con sus pánicos. La política económica debe estar dotada de mayor consistencia y estabilidad. En ningún caso, dejarse arrebatar por sus sacudidas irracionales.

Y algo más, todavía. Un principio básico de la política económica debe ser dotar al crecimiento de los países más castigados por el paro de la mayor autonomía posible respecto de los mercados, financiando en todo lo que se pueda su déficit público sin recurrir explícitamente al ahorro privado.

Etiquetas: ,

@purgatecon

1 comentarios:

A las 3 de marzo de 2010, 19:05 , Blogger GUSTAVO ha dicho...

Sobre las influencias que afectan a los Mercados, estamos en mi opinión sufriéndolas continuamente. Sin ir más lejos, ¿Cuánto ha costado a las arcas del estado, vía Ministerio de Sanidad, las vacunas de la gripe A? Las cifras las desconozco, pero el número de vacunas ha sido de 37 millones, y la repercusión real de la gripe ha sido mínima, y esto sin compararlo con lo que nos anunciaron, y por no hablar de las vacunas tiradas. Si tiradas, puesto que vienen en packs de 14 udes. y al abrirlo, se deben de gastar, no pueden usarse al día siguiente ya que son perecederas (el departamento de márketing de la farmacéutica se gano el sueldo). Creo que no hay que decir mucho más, la responsabilidad es OMS, y después de los Gobiernos por “dejarse” engañar y no pedir explicaciones.

Por otro lado Enrique, yo me pregunto, ¿qué medidas podrían tomarse desde la Política Monetaria Europea, que favorezcan a países como el nuestro, y que no se están tomando? Parece que poco más puede reducirse el tipo de interés, y no pasará mucho para que se aumente mínimamente, pero las medidas leves, tipo Declaraciones del Presidente del BCE, quizás no son lo suficientemente claras, o puede que se interpreten según convenga a cada fuerza política.

Cuando habla de que con España se juega a la BAJA, ¿realmente no hay fundamentos para que sea así? Nuestras cifras son alarmantes en muchos sentidos, es cierto que ayer las cifras de paro publicadas fueron mejor de lo esperado, pero si nos fijamos en otros datos, por no hablar de la falta de acción de los que gobiernan y los que no, el panorama no pinta bien, y no sólo a corto plazo.

Saludos.

 

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio