miércoles, 3 de noviembre de 2010

Adversa reacción de los mercados a la reforma del Tratado

La prima riesgo de los países periféricos de la eurzona (Irlanda, Portugal, Grecia y España) continúa aumentando. Los observadores atribuyen el movimiento a las pretensiones alemanas de reformar el Tratado UE; pero no tanto a las que fueron aprobadas por sus socios, sino a una de las que fueron rechazadas. El supuesto implícito es que Alemania continuará presionando durante el proceso de reforma y que, finalmente, se saldrá con la suya.

La pretensión rechazada que atemoriza a los mercados es la de que los bancos paguen parte de la factura del eventual rescate de cualquier miembro en dificultades. Esto se traduce en que Merkel quiere que se efectúe una quita sobre los tenedores de deuda soberana (que son principalmente los bancos) cada vez que resulte necesario. La propuesta ha puesto nerviosos a los estadistas de los países necesitados de financiación para su déficit público, porque es evidente que pocos ahorradores van a querer prestarles (prestarnos) si arriesgan una pérdida de capital. Para que se haga el lector idea, durante la crisis de la pasada primavera el interés sobre los bonos griegos subió al 26 por ciento; eso significa que el bono a 10 años se estaba negociando en el mercado secundario a un quinto de su valor facial. Ahora mismo, la deuda subordinada de los bancos irlandeses se negocia con ese descuento, pero la propuesta alemana es que el fondo europeo de rescate pueda adquirir de igual forma la deuda soberana de cualquier país en dificultades. En estas condiciones, la prima de riesgo y los intereses subirán hasta cotas inviables para ningún gobierno.

Da la sensación de que Merkel da por descontado el rescate de los países periféricos; ya que tiene que ocurrir, parece preferir que ocurra cuanto antes. Y trata de que el rescate le salga al contribuyente alemán lo más barato posible.

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@purgatecon

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