jueves, 11 de noviembre de 2010

¡Viva el patrón oro! ¡Viva, viva!

Resulta que un señor que se llama Robert Zoellick, y que es presidente del Banco Mundial, empleo por el que debe ganar un pastón, se descuelga ahora diciendo que la solución a nuestros males es restaurar el patrón oro. No se le ocurre otra cosa: confesión más clara de que ha alcanzado su nivel de incompetencia con arreglo al principio de Peter, imposible.

Lo cual no significa que no lo diga con intención. Las cosas andan demasiado mal. China se niega a revaluar el yuan, Estados Unidos se ve forzado a dejar que se deprecie el dólar, la Unión Europea no termina de levantar cabeza; los funcionarios no quieren ser despedidos; los obreros no quieren que se reduzcan sus salarios. ¿Cómo se puede poner orden en semejante caos? El patrón oro resolvería todos esos problemas de un plumazo. A partir de ahí, recuperación al canto.

Estados Unidos no tiene vergüenza. Ellos liquidaron el patrón oro en dos tiempos: 1944, 1971. ¿Y ahora vienen a restaurarlo? Lo repito: no tienen vergüenza. Y lo que es peor: empiezan a no saber hacer la “o” con un canuto. Se les ha olvidado – o quizá nunca no lo supieron, porque realmente nunca sufrieron el patrón oro como lo sufrió Europa – cuál era el problema del mecanismo. Lo puso magistralmente de manifiesto Gustav Cassel, economista de la escuela sueca, discípulo de Knut Wicksell: nombres ilustres que para los economistas norteamericanos, o intelectualmente naturalizados norteamericanos, no significan nada. La ley de Cassel dice: Mientras la oferta global de oro crece en proporción aritmética, el comercio mundial tiende a crecer en proporción geométrica. Con la ecuación de Fisher como restricción, una de dos: o la velocidad de circulación del oro se incrementa hasta donde haga falta, o el comercio internacional se constriñe a crecer lo que crezca la oferta de oro.

De modo que sí, tiene razón Mr. Zoellick. El patrón oro resolvería todos nuestros problemas, de golpe. El problema es que todo quedaría perfecto, a un nivel de empleo y precios mucho más bajo, y condenado a crecer a paso de tortuga, por décadas (hasta que el mundo se decidiera a liberarse de semejante corsé). Voto por echar a ese caballero de un empleo de tanta responsabilidad.

Etiquetas: ,

@purgatecon

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio