Reunión de pastores
Angela Merkel ha estado en Madrid. Unos dicen que vino a darnos instrucciones, dentro de ese supuesto protectorado económico al que aceptamos someternos en mayo pasado. Otros, que a dar respaldo al reciente acuerdo social, a la reforma de las pensiones y a todas las medidas tendentes a reestablecer la confianza, que viene adoptando desde hace un año el gobierno español. Ni tanto, ni tan calvo. La realidad es que esta reunión forma parte de la gobernanza económica de Europa, que muchos por aquí echaban de menos y que, miren por dónde, ya empieza a funcionar. Y se comprobará en el Consejo Europeo de hoy viernes.
Merkel vino a hablar de cosas que no se pueden mentar en los Consejos Europeos; vaya, vino a prepararlo, como quien dice. Porque la Unión Europea es una unión de estados soberanos, y ciertas conversaciones podrían hacer dudar a la opinión pública de que siguen siendo soberanos. Y no, tampoco se trata de eso. Soberanos, lo que se dice soberanos, faltaría más, está claro que lo son; pero de aquella manera, ya se me entiende. Y, desde luego, unos más que otros. Ahora la UE tiene el problema de Irlanda. Resulta que los muy cabritos – porque no se les puede llamar de otra manera – vienen haciendo dumping fiscal desde hace años. Tienen un impuesto de sociedades del 12 por ciento, muy inferior al de Alemania o España, por ejemplo. Con lo cual, las inversiones extracomunitarias que vienen a caer por esta parte del mundo, caen más frecuentemente del lado de Irlanda que del lado de Alemania o España, por seguir con el ejemplo. Y resulta, para más INRI, que entre todos hay que prestarle 85.000 millones de euros, y a un tipo de interés de favor. O sea, los contribuyentes germanos e hispanos vamos a tener que prestarles dinero (que buena falta nos haría a nosotros) para que el gobierno irlandés pueda mantener sus impuestos así de bajos. ¿Lo captan, verdad? El gobierno irlandés hace frente a sus gastos con nuestro dinero, no con el de ellos. Bonito, ¿no? Irlanda debería darse cuenta de la situación por sí misma, pero que si quieres arroz Catalina, ellos no se dan por enterados. Ahora van a tener elecciones, y habría de dejarle muy claro al nuevo gobierno – y en esto a Merkel le habrá costado muy poco convencer a Zapatero – que esto no puede seguir así. Ahí están los griegos, que fundaron en la antigüedad el muy sano concepto de la esclavitud por deudas, y que ahora, tras su rescate, de vez en cuando protestan un poco, pero en lo esencial hacen lo que se les dice. A los irlandeses parece que habrá que retorcerles el brazo. Sólo un poco. ¡Pues qué! Si hace falta, se les retuerce y ya está: gobernanza económica de Europa. Para qué queremos más.
Etiquetas: Alemania, Irlanda, Unión Europea
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