miércoles, 4 de mayo de 2011

Inside Job (2)

Una de las causas más importantes de la crisis es, a mi juicio, algo mencionado por el financiero anglo-húngaro George Soros, que estudió en la London School of Economics y fundó los primeros mega fondos de inversión radicados en las Islas Vírgenes y en Islas Cayman, en la década de 1980. En el documental, Soros lo explica con ayuda del ejemplo de un petrolero. Cuando la carga se puede mover libremente por el interior del barco, es fácil que éste se vaya a pique si, como consecuencia del oleaje, la carga se acumula de golpe en un costado o en uno u otro extremo. Para evitarlo se dividió el interior en compartimentos estancos; con su ayuda, la carga se inmoviliza en un compartimento, o en varios, a fin de evitar bruscos desplazamientos. Esto es todo lo que dice Soros, aunque lo dice con ayuda del plano de un barco. Y, sin embargo, es una idea importante. Lo que quiere decir es que, al amparo de la desregulación, los negocios bancarios se han mezclado unos con otros, cuando lo sano, o más seguro habría sido mantenerlos en compartimentos estancos.

Se ha querido buscar el origen del problema en los bancos de inversión y en la falta del debido control de sus actividades. A juicio de muchos, no debería de habérseles dejado hacer todo lo que hicieron. No estoy de acuerdo. Lo que hicieron – por ejemplo, producir derivados financieros de hipotecas subprime – pudo ser un problema, pero con la debida regulación debería haber sido un problema pequeño y, sobre todo, un problema localizado. Con la ausencia absoluta de reglas, o en ausencia de su aplicación, el problema degeneró en sistémico. Fueron los bancos comerciales, invirtiendo los depósitos de sus clientes en la adquisición de esos derivados financieros, los que pusieron en peligro la estabilidad del sistema. Porque a sumieron un riesgo, por cuenta de sus clientes, del que éstos no eran conscientes. Cuando fueron conscientes, porque se evidenció que los derivados financieros de marras eran tóxicos, de una «toxicidad» que «contaminaba» los balances y ponía en riesgo la devolución de los pasivos monetarios (= saldos en cuentas corrientes y de ahorro + depósitos a plazo fijo inferior a dos años + depósitos con preaviso inferior a dos años), entonces los gobiernos tuvieron que hacerse cargo de los bancos y garantizar esos pasivos para evitar el pánico. Pero, para entonces, gran parte del mal ya estaba hecho.

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@purgatecon

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