martes, 30 de noviembre de 2010

La voz de los mercados (1)

Durante la semana pasada, la única enseñanza que parecía extraerse era que los mercados exageran, porque España no es Irlanda. En esta idea coincidían todos los observadores, a izquierda y derecha del espectro político (excepto el PP). He visto en ella a Zapatero y Llamazares (juntos por primera vez en meses) y también a Mas, el nacionalista catalán; a muchos empresarios; a Emilio Ontiveros, de ordinario tan fino, y a Juan José Toribio, que siempre escribe con el trazo grueso de un liberalismo doctrinario. Tan sólo se apreciaba un matiz entre los políticos, como Antonio Gutiérrez, por ejemplo, que con el gobierno veía el origen de la exageración en la “codicia” de los especuladores, de un lado, y los economistas, como Ontiveros y Toribio, que lo situaban en la “histeria” y el “pánico” de los inversores, del otro. ¿Qué parecido puede haber con Irlanda, si nosotros tenemos un sistema financiero de lo más sólido y ellos lo tienen hecho unos zorros? Tan sólo el PP repetía machaconamente que el problema es este gobierno.

Pero el domingo fueron las elecciones catalanas, y toda la percepción parece haber empezado a cambiar. José Luis Malo de Molina, director del Servicio de Estudios del Banco de España, salió ayer a la palestra a apoyar, con todo se prestigio intelectual, la teoría de que no hay fundamento alguno para la especulación, en un día en que la Bolsa continuaba su desplome. Y las cabezas pensantes de este país han empezado a echar humo: si el problema no es económico ni financiero, entonces es político. Algún medio – “La Gaceta de los Negocios” – da por hecho que dentro del PSOE se piensa que, en efecto, Zapatero es el problema y que hay que acelerar su sucesión por Rubalcaba.

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@purgatecon

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