jueves, 18 de noviembre de 2010

Irlanda da su brazo a torcer

El gobierno irlandés ha intentado convencer a todos – mercados, Unión Europea, Fondo Monetario Internacional – de que no necesitaba dinero antes de los grandes vencimientos de su deuda soberana previstos para bien entrado 2011. Por unos días, pareció que lo conseguiría. Naturalmente, no convenció a los mercados, pero con ello contaba el gobierno irlandés, confiado en que, de prolongarse la tensión durante meses, acabaría disolviéndose como azucarillo en aguardiente. La mejor cura contra el pánico y la especulación es la sangre fría. Pero a quien no ha conseguido convencer es a Alemania, dispuesta a no creer nada hasta ver subir de forma sustancial el impuesto irlandés de sociedades, actualmente en el 12,5 por ciento anual.

Y sí, Irlanda necesitaba fondos antes de las renovaciones de 2011. A fines de septiembre, el gobierno asumió la recapitalización de AIB y otros bancos, por importe cifrado en 50.000 millones de euros. Asumió, pero no puso un euro, porque no lo tenía. Por así decirlo, escrituró la recapitalización pero no la desembolsó. Necesitaba acudir a los mercados, pero – con tipos del mercado secundario rondando el 9 por ciento – es lógico que no se atreviera a hacerlo, porque, para semejante cantidad, el marginal se iría a las estrellas. Alemania le ha dicho que nones. Sin recapitalización efectiva, o sea, sólo con el aval del gobierno, los bancos alemanes no van a prestar a los irlandeses en el interbancario europeo. Como consecuencia, el castigo en CDS sería inasumible, quizá durante años.

Al final, Merkel – que empieza a demostrar que los tiene muy bien puestos – ofreció una transacción. El Fondo de Estabilización Financiera rescataría a los bancos irlandeses – poniendo el dinero prometido por el gobierno – y no al país, con lo que Irlanda podría salvar su orgullo nacional. Pero el gobierno irlandés sabía bien lo que esto significaba: Alemania impondría una quita a los acreedores de los bancos irlandeses. Viendo el peligro, el Reino Unido se ofreció in extremis a rescatar a los bancos irlandeses (los principales acreedores de éstos son británicos). Yo también creí que el gobierno irlandés cogería la opción alemana. Pero no ha hecho falta el rescate británico. El gobierno irlandés ha rechazado la oferta de sacrificar a los bancos y entregado a su país, atado de pies y manos, en cambio, a la cámara de torturas del FMI y el BCE.

¿Por qué ha actuado así el gobierno irlandés? Puede haber varias teorías. Quizá ha optado perjudicar el interés del país para proteger el de los bancos. Puede que haya querido dar una lección de europeísmo al sacrificar su soberanía nacional para salvar el crédito futuro de su país. A mí, sobre todo, me parece que confía más en la benevolencia del FMI con uno de sus discípulos predilectos que en la de Alemania con un presunto paraíso fiscal en plena eurozona.

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@purgatecon

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