lunes, 4 de octubre de 2010

Efecto retardado

Tenía razón Cándido Méndez, secretario general de la UGT, cuando dijo que los efectos de la huelga general irían viéndose con el paso del tiempo. El fracaso de la candidata del gobierno en las primarias de Madrid es el primero de esos efectos. Cuando el presidente, en entrevista en Radio Nacional, anunció que no habría la marcha atrás en la reforma laboral, contra lo que le piden los sindicatos, está claro que se precipitó; no en negarse a la rectificación, que era previsible, sino en anunciarlo de forma tan tajante y tan prematura, como quien dice dándose prisa por apuntarse a la tesis de la derecha de que la movilización había sido un fracaso. Un error que le han hecho pagar los socialistas madrileños.

Muchos observadores creen que el presidente está dispuesto a inmolarse por el bien de España. El triunfo de Tomás Gómez, que se presentaba como candidato de la gente y de los principios, parece indicar que algunos en su propio partido no están dispuestos a que Zapatero pase a los libros de historia dejando a gente y principios por el camino.

Etiquetas: , ,

@purgatecon

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio