Signos de desbandada en el gobierno
El gobierno está quemando sus naves, y las quema de mala manera. Pasan de la noche a la mañana de la teoría de la codicia de los especuladores a la del pánico de los inversores, que habría sido provocado nada menos que por “imprudentes” declaraciones de la propia Unión Europea. Se creerán que la UE tiene tan corta memoria como la opinión pública española. Nada de eso. La UE ésta se la guarda. En el momento más inoportuno, les pasará factura. Al tiempo.
La desbandada del partido del gobierno, por su parte, amenaza con ser monumental. Dos importantes personalidades, dos, el ex presidente Felipe González y el portavoz parlamentario, José Antonio Alonso, han pedido que el Banco Central Europeo empiece a comprar deuda soberana en serio. González lo ha explicado con claridad, con casi tanta como lo hacía yo en este blog hace meses: así se libera a los gobiernos de la presión de los especuladores. Quizá debería alegrarme de que vengan a reunirse conmigo, que vengo defendiendo esa política desde hace un año. Pero me pregunto: ¿por qué ahora, y no doce meses antes, cuando la UE definió su malhadada política de consolidación fiscal? Y la única respuesta que se me ocurre es descorazonadora: creen que con eso ya estarían a salvo; lo único que les preocupa es salvar lo que puedan de la debacle electoral. Se equivocan. Eso tan sólo supondría un balón de oxígeno, un respiro para afrontar los verdaderos problemas de la economía española, que no tienen nada que ver con las pensiones, como no tenían nada que ver con la reforma laboral que se ha hecho.
No creo que haya ahora mismo entre los socialistas nadie con agallas para afrontar esos problemas.
Etiquetas: Banco Central Europeo, deuda, gobierno, mercados, Unión Europea
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